martes, 22 de febrero de 2011

Por el alza de precios, se consume menos carne que en la crisis de 2002

Son datos del año pasado, por la escasez de hacienda. Los frigoríficos alertan que la situación está lejos de revertirse y que la oferta recién se normalizaría en 3 años.
Aunque en el año del Bicentenario no hubo que importar carne vacuna, como había advertido desde las tribunas de Palermo el presidente de Sociedad Rural (SRA), Hugo Biolcati, la crítica situación de la ganadería local quedó en evidencia por la falta de hacienda, que derivó en una caída en la faena total, un fuerte y consecuente aumento de precios al mostrador y una retracción de 14% interanual en el consumo interno de bifes, que se ubicó en el escalón más bajo de los últimos ocho años.
Así se desprende del último informe de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra), que en la previa a lo que significó el peor año para la ganadería en décadas ya había advertido en reiteradas oportunidades de las consecuencias de la política intervencionista guiada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en el mercado ganadero.
El balance anual de 2010 pone en evidencia el daño que desde el Ejecutivo nacional se le ha hecho al sector ganadero y a la industria frigorífica bovina, sostuvo la cámara que lidera Miguel Schiariti.
En ese sentido, enfatizó que tras cuatro años de intervención oficial, se achicó en 9,9 millones de cabezas el stock ganadero, desaparecieron 4.600 pequeños productores ganaderos y más de 3.500 trabajadores de la industria frigorífica fueron despedidos. Al mismo tiempo se ha condenado a todos los consumidores a pagar la carne casi el doble que el año anterior y retrotraer el consumo per cápita a los niveles de la crisis 2001/02, época de saqueos, señaló Ciccra.
Sobre la base de estadísticas de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), el trabajo señala que la faena total alcanzó en 2010 apenas 11,81 millones de cabezas, el peor nivel desde la crisis 2001/2002 begin_of_the_skype_highlighting 2001/2002 end_of_the_skype_highlighting, y similar a las cantidades reportadas en 1998, en el inicio de la recesión.
Luego de dos años de liquidación de animales, con precios bajos, en 2010, los valores de la hacienda en pie más que se duplicaron y tuvieron su correlato en los mostradores, con alzas superiores al 100%.
En ese marco, se inscribió la abrupta caída del consumo per cápita: 14% anual, al ubicarse en 58,8 kilogramos por habitante/año, luego de dos ejercicios consecutivos promediando los 68,4 kilos/habitante/año.
Tal fue el impacto de la escasez de carne vacuna que en 2010 se registró el menor consumo por habitante de carne vacuna desde 2002 (57,8 kg/año), cuando la crisis doméstica hizo caer abruptamente el poder de compra de los argentinos y, en consecuencia, la capacidad de consumir esta fuente de proteínas, enfatizó Schiariti.
En cuanto a las exportaciones, los envíos de carne bovina descendieron el 54,3% anual, a solo 191.759 toneladas peso producto. Si se mide las exportaciones en toneladas res con hueso, los embarques al exterior fueron de 302.000 toneladas, una caída de 52,7% interanual.
A partir de la mejora en los precios de la hacienda, el ciclo ganadero ingresa en una nueva etapa de retención de vientres vacunos, sostiene Ciccra. No obstante, alerta que si el proceso no se interrumpe, recién a partir de 2014 se podrá contar nuevamente con un paulatino aumento de la actividad frigorífica y de las capacidades de consumo doméstico y de exportación.
Fuente: Cronista

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