sábado, 2 de abril de 2011

Los Hijos de la Guerra


Demasiado sabe la Argentina sobre la Guerra de Malvinas. Pero las únicas victimas no son solo los combatientes sino también todos aquellas personas silenciosas que hoy nos cuentan su historia: Los Hijos de la Guerra.

Florencia (31 años) y Gabriela (30 años) Espinosa, Nicolás Buschiazzo (29 Años), Leandro de la Colina (35 años) perdieron a sus padres en la Guerra y los extrañan. Para ellos son héroes, pero les gustaría tenerlos con vida.

Ernesto Emilio Espinosa fue a combatir a Malvinas cuando Florencia tenia 2 años y Gabriela 6 meses.

“Él era Comando, entonces era una patrulla de 13 hombres y habían pasado toda la noche... hacía mucho frío, se habían mojado, habían caminado mucho así a la intemperie entonces tuvieron que parar a refugiarse, y pararon en una casa. Trece hombres comando armados en una casa. Entonces se da cuenta que había un helicóptero que era de los ingleses. Y el se quedo para garantizar la salida del resto”. Para ellas su papá es un héroe al saber que dio la vida por sus compañeros. Las llena de orgullo conocer esto.
Roberto Manuel De la Colina era oficial de la Fuerza Aérea. Se desenvolvió en la Guerra como piloto. “Una de las misiones era dejarse detectar por el radar enemigo para que un escuadrón de ataque pudiera atacar el objetivo mientras los Sea Harriers se ocupaban de perseguir a los aviones civiles, y bueno, otra de las funciones que cumplía era la función de satélite, que era sacar fotos y pasar toda esa información al radar” recuerda Leandro al hablar de su padre. Fue justamente en su función de satélite y a sólo una semana del fin de la guerra, cuando Roberto De la Colina murió. “El 7 de Junio estaban volando dos Lear en formación. Uno de mi padre, estaban sacando fotos y detectaron que de un punto de las islas salían dos mísiles y empiezan las maniobras evasivas para que no pegue en ninguno de los dos el misil, uno logran esquivarlo, el otro pega en la cola del avión de mi viejo, bueno, ahí es... se escucha una frase que es lo último que él dice, que es ‘Nos dieron, no hay nada que hacer’. El avión entra en tirabuzón cayendo en la Isla Borbón”. Leandro cuando muere su padre tenia siete años. “Mamá creo que me mantuvo al margen a mí y a mi hermana, no nos enteramos ese día sino al otro día ella nos dijo, que estaba en el cielo y que no iba a volver. Y que me acuerdo... que yo dije en ese momento ‘¿y ahora quién nos va a hacer reír?’”.

Había una…un pesquero ¿no?, lo dañan al pesquero en la guerra y queda varado, entonces mandan un helicóptero, mi viejo se ofrece de voluntario y bueno, en mitad de camino, por más que tenía el símbolo de la Cruz Roja el helicóptero, o sea era prácticamente, era ilegal pegarle, lo bajan con un misil al helicóptero” nos cuenta Nicolás. Cuando el teniente Juan Carlos Buschiazzo murió en la Guerra de las Malvinas, Nicolás, su hijo, tenía siete meses. El no cuestiona a su padre; cree que nació para morir en Malvinas.

Ninguno de ellos ha logrado recuperar el cuerpo. Solo recuerdan que su padre se encuentra en algún lugar del océano y que dieron la vida por su país.
Fuente: Malvinas dolor y desamparo








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