jueves, 30 de diciembre de 2010

Problema habitacional y usurpaciones de terrenos en la provincia de Buenos Aires



Toma, usurpación, intrusión de casas o terrenos son sinónimos en ciudades de la Provincia de Buenos Aires. Aunque los medios nacionales lo descubren en Villa Soldati a lo largo del año los intendentes sufren el problema sin ayuda de la justicia. El Instituto de la Vivienda habla de un millón de bonaerenses con problemas habitacionales. En septiembre, el titular del Instituto de la Vivienda de la Provincia Gustavo Aguilera señaló que el déficit habitacional alcanzaba a "cerca de un millón de familias. 300 mil que necesitan una vivienda pura porque su casa actual es irrecuperable. 700 mil que pueden ampliar, refaccionar o mejorar algún ambiente y con eso resuelven su problema. 
 Este es el desafío que se viene y nosotros estamos trabajando con la Nación a través del programa Mejor Vivir." Las cifras oficiales, se sabe, pueden ser menores a las reales pero ya de por sí el reconocimiento de este problema desnuda una problemática de larga data que en la provincia no se inició con la toma de Villa Soldati en la Ciudad de Buenos Aires, aunque muchos hayan "descubierto" el problema recién por entonces. Varios son los programas del gobierno nacional y provincial creados para subsidiar la construcción de barrios. El Plan Federal es uno de ellos, y varias son las localidades bonaerenses beneficiarias del mismo. Sin embargo, muchas de las tareas debieron ser postergadas e incluso suspendidas, a causa de los retrasos en los pagos por parte del gobierno de Cristina Kirchner. Esta situación claramente deja en una incómoda posición a los intendentes municipales que deben responder ante los adjudicatarios. Sin falta de respuesta, varias son las familias que, ante la desesperación, optan por la usurpación. Uno de los casos que más repercusiones ha tenido, al respecto, es el de Balcarce, donde viviendas del mencionado plan fueron usurpadas dejando a los legítimos adjudicatarios solo con la promesa de un hogar propio. Incluso la Justicia, ante una presentación judicial del responsable de la constructora, Daniel Fernández, dictaminó que no hubo usurpación ya que no hubo violencia en la ocupación de las moradas. Es que los vecinos que ingresaron alli lo hicieron engañando al sereno. En Tandil, por ejemplo, 50 familias ingresaron a las casas aún en construcción del Barrio Smata. Tras haber intentado solucionar el problema de diversas maneras, el Intendente Miguel Lunghi decidió la intervención de la Justicia. Sin embargo, no fue el único caso que debió enfrentar la localidad, ya que con anterioridad fueron ocupadas viviendas del Plan Federal, lo que derivó incluso en una carta documento al Gobierno Nacional, ya que la ocupación se produce a causa de un parate en las obras, motivada por la falta de pago. Otras localidades como Coronel Pringles, debieron suspender sus actividades por la falta de fondos e incluso los empleados de construcción fueron despedidos. En Junín, el municipio decidió aportar los fondos, ante la falta de respuesta del gobierno nacional. En estos casos, las viviendas pudieron ser conservadas, libres de ocupantes ilegales. Sin embargo, otra fue la suerte de barrios en construcción de Chacabuco, Adolfo Alsina, La Plata, Pergamino, Bahía Blanca y Mar del Plata, entre tantas otras, donde los respectivos intendentes deben aún afrontar los inconvenientes con los vecinos que han decidido ocupar por falta de respuesta a sus reclamos, y con aquellos otros que ya habían recibido la promesa de recibir un techo. En total, las cifras oficiales hablaban al principio de 2010 de más de 2.500 viviendas ocupadas de manera ilegal, al menos correspondientes a planes estatales.

Sin embargo, no sólo se producen tomas de viviendas, también la necesidad imperiosa de un techo, y la desidia política que mira permanentemente para otro lado, ha llevado a los vecinos a ocupar terrenos, públicos o privados. En San Pedro, por ejemplo, los vecinos ocuparon 7 terrenos, pidiendo respuestas a un reclamo de larga data. El Intendente local Pablo Guacone denunció que por detrás había "intentos desestabilizadores" y hasta pidió la intervención del gobernador Daniel Scioli y el Ministro del Interior Florencio Randazzo. En las últimas semanas, además, se multiplicaron las tomas de terrenos en el distrito del Intendente Francisco Gutiérrez, y aunque también hablan de organización política, el problema es mucho más complejo que la simple "operación". Está claro que lo que sucede en la Ciudad de Buenos Aires tiene inmediatamente mayor repercusión en los medios y las tomas de Villa Soldati y Lugano, entre otras, estuvieron y siguen estando en el centro de la polémica. Sin embargo, en la provincia las tomas se transformaron en algo cotidiano, aunque casi no tengan espacio en los medios.

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