Después de realizar una fuerte protesta en enero por el trigo, la Mesa de Enlace decidió cambiar de estrategia y sorprendió al anunciar su intención de dialogar con el Gobierno y elogiar la postura que el ministro de Economía, Amado Boudou, tuvo en relación con la defensa de los precios agrícolas en el G-20. Ayer, Boudou destacó la actitud del ruralismo: “Me parece bien que la Comisión de Enlace acompañe al postura del Gobierno, porque es importante para todos los argentinos”, afirmó.
Aunque supuestamente el disparador del cambio del ruralismo fueron las palabras de Boudou que defendieron los precios libres de los alimentos, justo lo que el campo le reclama al Gobierno, hay otras razones que explican el giro. Entre ellas, los ruralistas destacan la necesidad de poner a un lado las diferencias que hay en la Comisión de Enlace, que casi provocan una ruptura en las últimas semanas; la poca popularidad que tienen las medidas de fuerza, y el deseo de evitar el desgaste que implica la protesta. “Los productores son los que quieren el consenso entre nosotros y con el Gobierno. Por esto cambiamos el rumbo”, admitió Carlos Garetto, presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro).
“Hoy por hoy, nos guste o no, el odio que tienen los productores al kirchnerismo es tan fuerte que se hace difícil dejar la Comisión de Enlace”, dijo un dirigente de Federación Agraria que pidió mantener su nombre en reserva.”Hasta las elecciones, el grupo va a seguir unido, porque nadie quiere pagar el costo de romper. Pero después de las elecciones el escenario va a cambiar y es probable que se concrete la ruptura”, explicó.
Ya sea por la razón o por la fuerza, lo cierto es que hoy la decisión del ruralismo es seguir unido, pese a las peleas de Eduardo Buzzi, presidente de la FAA, y su par de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías. En este contexto, pese a que la mayoría esperaba una trifulca entre los ruralistas en la reunión que mantuvo la Comisión de Enlace el martes, ellos se saludaron como si nada. “A todos nos sorprendió, porque esperábamos que se agarrasen a las piñas. Pero Llambías explicó que pelearse con Buzzi sería hacerle un favor demasiado grande al Gobierno”, dijo una fuente de CRA.
Con este panorama, las entidades quieren encontrar en las declaraciones de Boudou, y el reciente anuncio del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, de la apertura de 7 millones de toneladas de exportaciones de maíz en dos tandas, una luz de esperanza en que aún puede haber un cambio de políticas hacia el sector. “Tenemos un contexto de precios bueno que podemos aprovechar. Y hay gente que podría estar entendiéndolo, como el ministro de Economía. Ojalá que sus dichos sean una señal de cambio”, dijo Garetto.
El peligro que vislumbran los ruralistas es que la voluntad del secretario de Comercio Interior, Guillero Moreno, se choque una vez más contra sus propósitos, algo que podría revivir la confrontación.
Y, paradójicamente, el guiño que la comisión hizo anteayer al jefe de la cartera económica no les hizo gracia a varios en Federación Agraria, una entidad que hoy está cerca del Gobierno. “Lo que se dijo fue una chicana a Boudou, porque se sabe que la libertad de precios no va a aplicarse acá. No cayó bien que Buzzi ponga la firma en eso, más defendiendo una postura liberal”, dijo un directivo de FAA.
Fuente: La Nación
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