La aeronave Tracker tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en medio de un vuelo de adiestramiento y ahora se investigan las causas del hecho. Las lesiones de los pilotos no son graves.
Un avión Tracker de la Armada Argentina se accidentó en la víspera durante un vuelo de adiestramiento en la zona de la Base Aeronaval Comandante Espora y los dos pilotos sufrieron heridas, aunque no de consideración, según se informó oficialmente.
Un avión Tracker de la Armada Argentina se accidentó en la víspera durante un vuelo de adiestramiento en la zona de la Base Aeronaval Comandante Espora y los dos pilotos sufrieron heridas, aunque no de consideración, según se informó oficialmente.
Las autoridades comenzaron inmediatamente a investigar los motivos por los cuales el Tracker 2AS-22, perteneciente a la Escuadrilla Antisubmarina, tuvo que realizar durante la mañana de ayer un aterrizaje de emergencia, en el cual resultó con importantes destrozos ante el fuerte impacto.
La Armada se limitó a informar que los dos tripulantes "no sufrieron heridas de consideración", aunque no reveló las identidades. Tampoco se permitió el acceso de la prensa al lugar.
La Armada se limitó a informar que los dos tripulantes "no sufrieron heridas de consideración", aunque no reveló las identidades. Tampoco se permitió el acceso de la prensa al lugar.
Fuentes extraoficiales, por su parte, dijeron que los pilotos accidentados son los tenientes de fragata Diego Scrigner y Ricardo Schroeder, quienes fueron trasladados al Hospital Naval de Puerto Belgrano, aunque no fue posible obtener información sobre su estado.
El capitán de navío Eduardo Raúl Pisciolari, jefe de la división Comunicación Institucional del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, dijo a este diario que la aeronave había decolado desde la Base Aeronaval Comandante Espora y poco después sus pilotos tuvieron que efectuar una maniobra de emergencia.
"Fue un Tracker 2AS 22 con dos pilotos, en vuelo de adiestramiento. Entre las 11.15 y 11.18, efectuaron una maniobra de emergencia en proximidades de la pista de la Base Comandante Espora", expresó el vocero.
Y agregó: "Los tripulantes, en función del sistema de seguridad del aeropuerto, fueron rescatados. Tienen algunas contusiones. Se les dieron los primeros auxilios en el puesto sanitario de la Base Espora y fueron evacuados en helicóptero y trasladados al Hospital Naval Puerto Belgrano, donde se encuentran en observación".
Insistió el informante que los oficiales sólo recibieron "golpes y contusiones y nada más".
"Es un vuelo de adiestramiento y ahora se iniciarán las investigaciones. Se estima que en unos 15 días se podrá tener alguna novedad al respecto", continuó el funcionario.
Si bien hasta el lugar del hecho acudió personal de Defensa Civil municipal, no fue necesaria su intervención.
La fuente de la Armada no reveló los daños que sufrió el avión, aunque trascendió que son de magnitud.
Algo de historia
La historia del Tracker S-2 en la Armada se remonta a 1962, cuando llegaron los primeros aparatos del modelo S-2A para operar desde el portaaviones "Independencia".
Se trata de un bimotor de ala alta, con capacidad para operaciones embarcadas, cuyo modelo ASW sirvió de base para otras versiones de transporte y alerta radar, entre otras utilidades.
El Tracker se mantuvo en servicio en la marina estadounidense hasta mediados de 1970, cuando fue reemplazado por el S-3 Viking.
La posibilidad de adquirir los excedentes permitió a la Armada adquirir, entre mediados y fines de la década de 1970, la versión S-2E.
Dichos aparatos reemplazaron al Alpha, que quedó relegado a tareas de transporte/enlace.
Ambos tipos operaron desde el portaaviones "25 de Mayo" hasta su puesta en reserva a fines de los años 80.
Allí se decidió instrumentar un programa de mejoras y extensión de la vida útil de los Tracker.
El programa TATA (Turbinización A Trackers Argentinos) significó el cambio a pistón por turbohélices. El nuevo modelo se denominó S-2E (T) Turbo Tracker. Ello fue posible merced a los fondos ya depositados por el programa Hope (adquisición de A-4E's), que fue bloqueado por el embargo estadounidense.
Actualmente el programa está en su última fase, con la mayor parte de los aparatos convertidos o en proceso de hacerlo.
La diferencia más visible es su planta motriz. Los motores originales de pistón fueron reemplazados por sendos turbohélices, amén de modificaciones a su carga portante, especialmente en el refuerzo de las estaciones subalares. Estos refuerzos le permiten llevar torpedos antisubmarinos.
Además, se efectuó una modernización y recorrida de los sistemas electrónicos y sensores.
Estos aviones están preparados para operar embarcados, para lo cual cuentan con un tren de aterrizaje reforzado, puntos de toma para estrobos y gancho de cola. Un patín suplementario de cola lo coloca en posición "nariz arriba" para los catapultajes.
La historia del Tracker S-2 en la Armada se remonta a 1962, cuando llegaron los primeros aparatos del modelo S-2A para operar desde el portaaviones "Independencia".
Se trata de un bimotor de ala alta, con capacidad para operaciones embarcadas, cuyo modelo ASW sirvió de base para otras versiones de transporte y alerta radar, entre otras utilidades.
El Tracker se mantuvo en servicio en la marina estadounidense hasta mediados de 1970, cuando fue reemplazado por el S-3 Viking.
La posibilidad de adquirir los excedentes permitió a la Armada adquirir, entre mediados y fines de la década de 1970, la versión S-2E.
Dichos aparatos reemplazaron al Alpha, que quedó relegado a tareas de transporte/enlace.
Ambos tipos operaron desde el portaaviones "25 de Mayo" hasta su puesta en reserva a fines de los años 80.
Allí se decidió instrumentar un programa de mejoras y extensión de la vida útil de los Tracker.
El programa TATA (Turbinización A Trackers Argentinos) significó el cambio a pistón por turbohélices. El nuevo modelo se denominó S-2E (T) Turbo Tracker. Ello fue posible merced a los fondos ya depositados por el programa Hope (adquisición de A-4E's), que fue bloqueado por el embargo estadounidense.
Actualmente el programa está en su última fase, con la mayor parte de los aparatos convertidos o en proceso de hacerlo.
La diferencia más visible es su planta motriz. Los motores originales de pistón fueron reemplazados por sendos turbohélices, amén de modificaciones a su carga portante, especialmente en el refuerzo de las estaciones subalares. Estos refuerzos le permiten llevar torpedos antisubmarinos.
Además, se efectuó una modernización y recorrida de los sistemas electrónicos y sensores.
Estos aviones están preparados para operar embarcados, para lo cual cuentan con un tren de aterrizaje reforzado, puntos de toma para estrobos y gancho de cola. Un patín suplementario de cola lo coloca en posición "nariz arriba" para los catapultajes.
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