El arzobispo de Bahía Blanca Guillermo Garlatti fue procesado esta mañana por el juez federal Álvaro Coleffi acusado por los delitos de encubrimiento agravado y desobediencia.
El magistrado consideró que Garlatti colaboró con el sacerdote Aldo Vara, quien permaneció prófugo durante casi un año y murió en Paraguay a la espera de ser extraditado hacia nuestro país.
Según pudo saber en exclusiva LA BRUJULA 24, para Coleffi, monseñor Garlatti ocultó valiosa información sobre el excapellán del Ejército y le prestó ayuda económica.
El ahora procesado, durante su indagatoria de la semana pasada, se defendió argumentando que no le parecía importante informar que desde su Curia todos los meses un apoderado del prófugo pasaba a cobrar un fondo económico que habitualmente reciben los religiosos mayores de 70 años.
Además de la máxima autoridad de la Iglesia en la región, el juez también procesó al empresario Leopoldo Bochile, quien era precisamente el apoderado del prófugo y pasaba todos los meses por el arzobispado a retirar un cheque a nombre de su representado.
Como el delito de encubrimiento es excarcelable, Coleffi resolvió procesar a Garlatti y a Bochile sin prisión preventiva, aunque ambos deberán cumplir una serie de pautas hasta el eventual juicio oral. Además, tendrán que pagar en concepto de responsabilidad civil las sumas de 7.000 y 4.500 pesos respectivamente.
En su declaración de la semana pasada, Garlatti -que es asesorado por el abogado Héctor Bertoncello- hizo gala de sus contactos políticos: en especial sobre su amistad con el expresidente Eduardo Duhalde. También, recordó que fue muy cercano a Jorge Bergoglio, quien desde el año pasado es el Papa Francisco.
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