sábado, 23 de abril de 2011

Los intendentes ponen en riesgo el plan reeleccionista de Scioli

Scioli junto a su mujer, Karina Rabolini, visita la Parroquia Santísimo Sacramento durante el viernes Santo en la localidad bonaerense de Tandil. | Foto: DyN 
Enojados porque el gobernador no los protegió ante las "listas de adhesión", abren el juego con Sabbatella y Massa. Qué hicieron en 2009.

Conversaciones telefónicas, reuniones con apoderados partidarios y con jueces electorales. Los intendentes del peronismo de la provincia de Buenos Aires, lejos de la complacencia, se muestran inquietos y preocupados. A una semana de la reglamentación de la ley electoral, todos buscan los atajos que les dejó la reglamentación, que los dejó expuestos a las amenazantes listas de adhesión. Parecen dispuestos a una vengaza política que podría poner en riesgo la reelección de Daniel Scioli. La última vez que los intendentes jugaron sucio, en 2009, el oficialismo perdió en la provincia.

En estos movimientos, Scioli parece haberse quedado solo por su falta de compromiso para defender a los intendentes de las colectoras. Pese a que logra reunir a los dirigentes para las fotos, cada uno de ellos comenzó a pensar en su juego propio. “Hoy si tengo que inclinarme, me inclino, pero a partir del 10 de diciembre, Scioli está muerto”, le dijo un intendente ultrakirchnerista del Conurbano a su diputado provincial.

Mientras el gobernador insiste con la lealtad al kirchnerismo, a menos de dos meses de definirse las listas de adhesión, los jefes comunales y los otros candidatos a gobernador están dispuestos a todo para obtener más votos.

Por ello, con el texto de la reglamentación de la reforma electoral provincial en la mano, dos intendentes del Conurbano visitaron a la jueza federal electoral, María Romilda Servini de Cubría. Pese a que uno responde al Gobierno nacional, y otro se alinea con Sergio Massa, ambos se unieron con la misma intención: conservar sus distritos. Así, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde y el de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, consiguieron llegar a Servini para que los aconsejara.

Insaurralde tiene serias complicaciones, ya que en la última elección, el apellido Mércuri, alineado con Francisco de Narváez, obtuvo la mayor cantidad de votos en Lomas. Con Gabriel Mércuri ya lanzado a la intendencia y su padre, Osvaldo, como candidato a senador, las chances del actual intendente de conservar su distrito en caso de que el gobierno habilite a otro postulante en el municipio, se complican aún más.

Mientras tanto, Martín Sabbatella decidió avanzar en lo que bautizó el “plan rombo”, que consiste en que la Presidenta lleve a varios candidatos a gobernador y que éstos puedan compartir los postulantes a las intendencias. Para ello, mientras se conocía el texto de la nueva ley, el titular de Nuevo Encuentro se sentó junto al apoderado del PJ, Jorge Landau, y le confió que en algunos distritos llevará como candidatos a los hoy también postulantes de la lista de Scioli. Entre ellos nombró a Mario Secco (Ensenada), Francisco “Barba” Gutiérrez (Quilmes), Darío Díaz Pérez (Lanús), Graciela Rosso (Luján) y Mariano West (Moreno).

Hasta ahora, ellos aseguran que irán con la lista oficial, pero la idea de poder ir “colgados” de varios postulantes a gobernador los entusiasma porque así su oferta electoral es más amplia. Y más aún cuando piensan en que a Scioli y Sabbatella se les podría sumar Massa.

“Tenemos que recuperar votos que nos sacan con la lista de adhesión y sumar de los tres nos beneficiaría mucho”, reflexiona un intendente de la primera sección electoral. Y agrega: “No le debemos ninguna fidelidad a Scioli porque en ésta nos dejó solos. Si en mi distrito mide más Sergio o Sabbatella, repartiré la boleta de ellos”. Una amenaza política seria para el gobernador.

“En la ley no hay ningún párrafo que prohíba esto. Se va a tratar de una decisión política de Nación. Scioli tantas veces agachó la cabeza que quizás con ésta también lo haga”, asegura uno de los intendentes que conoce de ingeniería electoral.

Sin embargo, en el entorno de Scioli confían en que el “plan rombo” que pregonan no se concretará. “Sabbatella habla como si pudiera arbitrar en la interna del partido. No puede sentarse y decir que va a hacer lo que tenga ganas”, confía un hombre del Gobierno provincial. Y ante el reconocimiento de que “habrá algunos intendentes que presionarán para hacerlo”, desafía: “Ya que Sabbatella tanto los quiere, que no les arme una lista en el distrito, que deje que juege con la boleta de Scioli y no amenace con meterle un competidor si no va colgado de él también”.

“¿Por qué no todos los intendentes podemos adherir a todos los candidatos? Que en el cuarto oscuro haya una Cristina multicolor y que la gente decida la fórmula que quiere”, propuso un jefe comunal de la tercera sección electoral que esta semana retomó el diálogo con Massa.

El intendente de Tigre se muestra tranquilo y repite que todavía hay tiempo. “Llamá a Scioli y andá a cantar con los Pimpinella”, le respondió el ex jefe de Gabinete a uno de los intendentes que lo llamó para “hablar de política” en esta semana. “Dale, sabés que con Scioli no se puede hablar, necesito sentarme con vos”, le retrucó el jefe comunal.

Aunque todos coinciden que una gran variedad de boletas es el fin del peronismo bonaerense, todos buscarán conservar su poder. “Ahora cada uno, más que nunca, irá por la suya”, sostuvo un legislador provincial.

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